jueves, 11 de septiembre de 2008

Marco teórico (11 de septiembre de 2008)

Marco teórico
Para poder entender la temática que se abordará durante este trabajo tenemos que identificar el concepto de prostitución. El cual es una “actividad por medio de la cual una mujer u hombre tiene relaciones sexuales comerciales. Es una transacción comercial en la que la oferta está representada por la mujer u hombre, y la demanda lo está por el cliente que paga por la relación sexual” (Romero, A. 1993, p. 19).

A pesar de que la prostitución se puede presentar en ambos sexos; sin embargo el que se ve más influenciado es el femenino o mejor dicho es el que más se ejerce, de aquí surge el concepto de prostituta. Donde la prostituta “es la mujer que tienen relaciones sexuales con diversos hombres a cambio de una remuneración económica” (Romero, A. 1993, p. 19).

Después de conocer los términos que se utilizarán durante todo el trabajo, es necesario decir que la prostitución no es el oficio más viejo del mundo, se puede decir que su forma de profesionalización se da desde la Baja Edad Media, con la institucionalización de los burdeles públicos, las transformaciones económicas, sociales y culturales dan acceso a la modernidad. Desde que se conoce la prostitución y su reactivación se ligan al gran aumento de la pobreza y a la exclusión, consecuencia de la precarización del empleo y de la desprotección social de la población creciente que constantemente vive en una vulnerabilidad.

A través de tiempo nos podemos dar cuenta que el papel de la prostitución se ha encontrado en todas las culturas como lo es en el templo en la Antigua India, pasando a la niña prostituta de Inglaterra del siglo XIX y la prostituta de los tiempos modernos; a pesar de que se han dado en épocas y culturas diferentes todas ellas tienen la misma etiqueta, sin embargo su forma de vida y de interacción social es diferente.

Las principales versiones de la prostitución proceden del actual estatus económico y político combinado con los guiones sexuales que permiten y exigen su existencia así como nuestros estereotipos culturales sobre la persona prostituta como heroína sexual u objeto erótico. LA definición convencional de prostitución es practicar el sexo por dinero. Independientemente de lo elaborado o sencillo del marco o el servicio el pago es inmediato entre los participantes (Cagnon. 1980, p. 82).
A finales del siglo XIX la prostituta jugó un papel muy importante y fundamental, ya que por medio de la etiqueta que poseía se hacia la distinción moral entre las mujeres buenas y las malas. Aunque muchas veces los conservadores las veían y las ven como un fracaso de moral e individual. A la persona que ejerce la prostitución hacia referencia a aquella pecadora o víctima, ya que tenia un personaje central en las luchas económico políticos sin dejar de ser alguien erótico, la razón era el ser uno de los pocos tipos eróticos de la época.
Existen diversas razones por las cuales la prostitución sigue existiendo, sin embargo las principales son: sexo sin negociación, sexo sin responsabilidad, sexo por erotismo y variedad, como factor de sociabilidad, sexo fuera del hogar y sexo para el incapaz (Cagnon. 1980, 89-91).

A la prostitución se le puede denominar como una subcultura debido a la falta de legalidad en la que se encuentra, su rentabilidad para el gran número de personas que se encuentran de una u otra forma involucradas, y su carácter de sexo erótico y degradado. Es una subcultura que provoca que las personas que la ejercen poco a poco pierdan su relación con el resto de la sociedad. En especial con su familia, iglesia y los trabajos y ocupaciones se disuelven con el tiempo y las substituyen con personas que ejercen esta subcultura.

Existen diversos prejuicios que se deben de tratar de evitar para lograr realizar el análisis, los prejuicios son:
a) Prejuicio victimista: consiste en pensar que toda forma de prostitución es forzada involuntaria. Desde esta posición se entiende que toda mujer llega a ser prostituta por engaño, por seducción, por chantaje.
b) Prejuicio miserabilista: pensar que las prostitutas son personas incapaces de gobernarse a sí mismas, de controlarse.
c) El costumbrismo autocomplaciente: siempre ha habido prostitución y siempre la habrá.
d) El prejuicio radical populista: pensar que en el discurso y en la práctica de las prostitutas está la fuente de liberación del mañana.

De acuerdo al estudio que hizo Romero, L. en México referente al tema de prostitución se puede localizar dos enfoques los cuales son:
· Enfoque funcionalista: por el cual se pretende entender a la prostitución como una situación disfuncional, como disfunción del sistema y subsistemas sociales, creada por la escasez de fuentes de trabajo y movilidad social para las mujeres.
· Enfoque de conflicto: se plantea la explotación del sexo femenino y de la prostituta por el hombre, situación que es producto de la lucha de los sexos y de la estructura socioeconómica.
Bibliografía
Cagnon, John H (1980). Sexualidad y conducta social. México, D.F. Ed. Pax-México
Romero Lourdes(1993) . Prostitución y drogas. México, D.F. Ed. Trillas
Vázquez, Francisco (1998). Mal menor. Políticas y representaciones de la prostitución siglos XVI-XIX. España. Ed. Servicios de publicaciones de la Universidad de Cádiz .

1 comentario:

ANGKA MISTIK dijo...

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